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¿Le molesta la descortesía?

Emilio Santamaría S. POSITIVO@EMILIOSANTAMARIA.COM

Cuentan que una pulga decidió trasladarse con toda su familia a la oreja de un elefante. Siendo una pulga educada, tomó papel y lápiz y escribió: “Señor Elefante, mi familia y yo pensamos mudarnos a vivir en su oreja, y he pensado darle una semana para que lo piense y me haga saber si tiene alguna objeción”. El elefante, que sabía leer, hizo caso omiso de la nota. La pulga observó escrupulosamente el plazo, y dando por sentado que quien calla otorga se trasladó con toda su familia a su nuevo hogar. Pero pasando el tiempo, la señora pulga añoró a sus amigas y le pidió al esposo una nueva mudanza. El señor pulga le pidió que aguardara cuando menos otro mes para no herir los sentimientos del elefante. Usando su diplomacia, volvió a escribirle: “Estimado Señor Elefante, quiero que sepa que hemos pensado en cambiar de vivienda. No es que tengamos queja alguna de usted, porque su oreja es espaciosa y confortable. Pero ocurre que mi esposa prefiere estar más cerca de sus amigas y pensamos mudarnos a la pata del búfalo. Si tuviera usted alguna objeción a nuestro traslado, hágamelo saber a lo largo de esta semana”. El elefante ni siquiera se molestó en contestar la nota. Y entonces la familia pulga cambió de domicilio con la conciencia tranquila. Saquemos una lección de este simpático relato. Sin respuesta, ¿hizo bien la pulga en escribir la segunda carta? Yo en lo personal, creo que hizo lo correcto. Déjeme darle un ejemplo real. Le cedo el paso a un automóvil a pesar de tener yo la vía porque siento que tardará mucho en poder pasar si no lo hago. ¿Adivine cuántas veces me dan las gracias? Acertó, una de cada diez, cuando mucho. ¿Debería yo por ello dejar de dar el paso? Usted y yo no podemos ser responsables del comportamiento de los demás, pero sí del nuestro. Ahora, si piensa usted que los tiempos han cambiado y que la aplicación de la cortesía está pasada de moda, le pido echar un vistazo a su alrededor y observar quiénes son las personas más exitosas y felices.

Dejar que la descortesía de los demás determine nuestra conducta.

Actuar siempre con consideración y respeto, ser así más felices, eficaces y triunfadores.

“LO POSITIVO: ACTUAR SIEMPRE CON CONSIDERACIÓN Y RESPETO, SER ASÍ MÁS FELICES, EFICACES Y TRIUNFADORES”.

OPINIÓN

es-hn

2023-12-02T08:00:00.0000000Z

2023-12-02T08:00:00.0000000Z

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