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En defensa de El Merendón

Continúa, imparable, sin control alguno, la tala de árboles en el pulmón y fuente del recurso hídrico de San Pedro Sula y comunidades aledañas con el fin de construir viviendas para familias de ingresos altos, sin que se regule de manera efectiva, por parte de las autoridades competentes, estatales y municipales, tal destrucción de los bosques ubicados tanto en El Merendón como en el Parque Nacional Cusuco. Ello ha motivado a distintos patronatos a emprender acciones de protesta, a efecto de preservar el medio ambiente en el que han vivido por generaciones. Empero, sus acciones han sido, correctamente, criticadas al emplear la quema de llantas y plásticos como procedimiento de rechazo. Con ello están dañando tanto su propia salud como el frágil equilibrio ecológico de las reservas forestales, por lo que deben desistir de continuar contaminando la atmósfera, las aguas y los suelos.

La gestión y manejo del medio ambiente abarca distintos actores e intereses: el de quienes lo defienden y protegen, en ocasiones aun a riesgo de sus vidas, y quienes, en visión cortoplacista, lo depredan en búsqueda de recompensas materiales empleando un modelo extractivo, causante tanto de enfermedades como de desastres naturales: sequías, inundaciones, extinción de especies animales y vegetales, pérdida de bienes materiales, todo lo cual incide negativamente en la calidad de vida de las personas, empobreciendo aceleradamente a la nación y sus habitantes. De por medio están aspectos diversos: derechos humanos, participación ciudadana y de las corporaciones municipales, impacto y licencias ambientales, ordenamiento jurídico.

La toma de conciencia ambiental involucra, por igual, a organizaciones campesinas y obreras, grupos étnicos, asociaciones ambientalistas, municipalidades, Fuerzas Armadas, actuando de manera coordinada. Y debe revestir carácter de urgencia, por cuanto Honduras se encuentra en situación de severo deterioro ambiental, tal como lo evidencian las llenas de los ríos y huracanes, que de manera dramática han puesto y continúan exponiendo nuestra fragilidad ecológica de manera reiterada, con intervalos cada vez más cortos.

La labor pionera e inclaudicable en defensa de El Merendón por parte de la dama ambientalista Gladys Fasquelle de Pastor (QEPD) no fue en vano. Su ejemplo ha inspirado a quienes residen en esas bellas montañas y bosques a proseguir, de manera tenaz, viviendo ellos y sus descendientes en comunidades amigables con el ambiente. Comprenden que se trata de un desafío existencial: la vida o la muerte.

OPINIÓN

es-hn

2023-12-02T08:00:00.0000000Z

2023-12-02T08:00:00.0000000Z

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