Bajo sus propias reglas

Más que estar a la sombra, Xiomara siempre ha estado a la par de su esposo Manuel Zelaya, a quien ayudó a forjar su candidatura, acompañó al poder y apoyó incondicionalmente en su caída. Con valentía, y durante más de seis meses, salió a las calles a asumir el liderazgo del Frente Nacional de Resistencia Popular. Eran los albores de 2010 y sin saberlo estaba forjando su carácter y templanza para convertirse en la primera presidenta.