Familia pide autopsia de Ana al asegurar que fue asesinada

El mayor Allan Franco Méndez, pareja de Ana Lizeth Hernández, está detenido en la DPI, pero por portación de armas de uso prohibido

TEGUCIGALPA. Momentos de dolor y drama han invadido a los familiares de Ana Lizeth Hernández Cantillano (de 32 años), quien el 19 de marzo fue encontrada sin vida dentro de su vivienda en Villa Foresta, al sur de la capital. El cuerpo permanece en calidad de depósito en la morgue de Medicina Forense sin ser autopsiado debido a las acciones de protesta en demanda de reajustes salariales que piden los empleados del Ministerio Público. Matías Hernández, padre de Ana Lizeth, desde el momento en que se enteró de la muerte de su hija se ha mostrado consternado por la irreparable pérdida y ha solicitado que se haga justicia, a lo que la tarde de ayer se sumaron los pobladores de la comunidad de Zambrano.

Los pobladores y la familia se tomaron la carretera CA-5 en demanda de que el cuerpo sea entregado por parte de las autoridades de Medicina Forense y que se le haga la autopsia correspondiente, para determinar si la causa de muerte es por homicidio o suicidio, como en primera instancia lo dijo la pareja sentimental identificado como Allan Francisco Franco Méndez, un mayor del Ejército de las Fuerzas Armadas con quien vivía hace 12 años. Los médicos forenses han manifestado la disponibilidad de entregar el cuerpo de Hernández, pero sin realizar la autopsia, lo que rechazan sus familiares. “Yo no acepto, solo pido la autopsia”, subrayó a medios de comunicación el padre de la víctima mientras se secaba las lágrimas. “Nosotros estamos pidiendo una investigación, porque mi hija no iba a tomar esa decisión (de suicidarse), yo la conocía muy bien, es por eso que necesitamos esa autopsia que nos revele qué paso”, señaló don Matías.

A través de un comunicado, la institución castrense dio a conocer que “pone a disposición de la justicia hondureña al mayor de artillería Allan Franco Méndez” por la muerte de Ana Lizeth Hernández Cantillano.

El oficial fue detenido por agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) porque en la vivienda le encontraron armas y municiones de uso prohibido, por lo que permanece recluido en las instalaciones de la institución policial. Por la muerte de su compañera de hogar no se le ha presentado requerimiento debido a que se necesitan resultados forenses. Anoche un juez ordenó a Medicina Forense hacer la autopsia, pero al cierre de la edición no había dado respuesta.

De entregar el cuerpo sin autopsiarlo, se debe hacer una exhumación, la que tendría un costo entre 150,000 y 200,000 lempiras.