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La Ruta De La Independencia

Acompáñanos a un viaje en el tiempo por la ruta que siguieron los Pliegos de la Independencia, manifiestos históricos que recorrieron ciudades de nuestro país que aún conservan huellas de su esplendoroso pasado.

fotos Leonel Estrada producción & textos Brenda Ortez

Retrocede 200 años en el tiempo e imagina la memorable escena de ese viernes 28 de septiembre de 1821. La cotidiana tranquilidad de la entonces pequeña ciudad de Tegucigalpa se interrumpió cuando se reveló la noticia en la Plaza Mayor. Desde el balcón de la alcaldía, Dionisio de Herrera, secretario del ayuntamiento, proclamó la llegada de los pliegos de la independencia, ¡los pueblos centroamericanos eran libres! Un estallido de cohetes iluminó momentáneamente el cielo, mientras la gente en los alrededores celebraba con regocijo. Al ambiente de alegría se sumó el repicar simultáneo de las campanas de la parroquia de San Miguel y las iglesias San Francisco, Los Dolores, El Calvario y la Inmaculada Concepción. Aunque el camino hacia la independencia apenas comenzaba, ese momento histórico quedaría grabado en la memoria colectiva y sería transmitido de generación en generación como un acontecimiento épico. Días antes, justo el 15 de septiembre, personajes como Gabino Gaínza, José Cecilio del Valle, Pedro Molina, José Santiago Milla, Mariano de Aycinena, Mariano de Beltranena, Mariano Gálvez, Miguel Larreynaga y José Matías Delgado, se reunieron en el Palacio Nacional de Guatemala para discutir la posibilidad de proclamar la independencia de Centroamérica. Autoridades civiles, militares y eclesiásticas de Guatemala conformaron la junta que se reunió a puerta abierta en el palacio. Según el manifiesto de Independencia, el pueblo se congregó frente al palacio, en la calle, en el atrio, en el corredor y ante la sala. En la junta se leyeron públicamente los correos que llegaron de Tuxtla, Comitán, Ciudad Real y Chiapas, y que incluían copias de las actas en las que se anunciaba que esos pueblos se unían al Plan de Iguala, documento que estableció las bases para la independencia de México. En esos pliegos se incitaba a las demás provincias del Reino a hacer lo mismo. En un ambiente inicialmente tenso, todos expusieron sus puntos de vista hasta que después del mediodía, con 23 votos a favor y 7 en contra, se acordó redactar el Acta de Independencia en la que Centro América proclamaba que se separaba de España. El hondureño José Cecilio del Valle redactó el documento que, debido a las limitaciones de entonces, llegó a las comunidades más importantes en Honduras en el transcurso de septiembre y octubre de 1821.

Gracias fue la primera ciudad en recibir los pliegos, el 22 de septiembre de 1821. Actual municipio de Lempira, fue fundada en 1536 bajo el nombre de «Gracias a Dios» por Gonzalo de Alvarado y Chávez. En 1539, fue nombrada municipio y en 1544, mediante Cédula Real, se estableció como sede de la Real Audiencia de los Confines, oficialmente llamada «Real Audiencia y Chancillería de los Confines de Guatemala y Nicaragua». Esta audiencia era la encargada de aplicar las leyes emanadas desde España y representar los derechos de la Corona. Cinco años después, la Audiencia fue trasladada a Santiago de Guatemala (hoy Antigua Guatemala), sin embargo, aún puedes apreciar la fachada original del edificio. Localizada al pie de la montaña de Celaque, el pico más alto en Honduras. Gracias conserva un encanto mágico que combina a l perfección con su casco histórico, -en el que destacan las iglesias colonia les de La Merced, San Marcos y San Sebastián-, su gente cálida y una exquisita gastronomía. El viernes 28 de septiembre de 1821, los Pliegos de la Independencia llegaron a Comayagua. Esplendorosa y con una riqueza cultural que trasciende en el tiempo, esta ciudad fue fundada en 1537 bajo el nombre de Villa de Santa María de la Concepción de Comayagua.Una década después ya era el centro religioso y político más importante del país y la capital de la Provincia de Honduras dentro de la organización políticaadministrativa colonial de la Capitanía General de Guatemala. Posteriormente siguió con el mismo status luego de la proclamación de la independencia y la conformación de l s Provincias Unidas de Centroamérica. Fue capital del país hasta 1880, cuando el presidente Marco Aurelio Soto decidió trasladarla a Tegu alpa. Batallas y múltiples incendios terminaron con muchos de sus edificios históricos, sin embargo todavía puede apreciarse la arquitectura religiosa colonial, así como la arquitectura civil republicana. Algunos spots imperdibles son la catedral de la Inmaculada Concepción; inaugurada en 1711; así como las iglesias de La Merced, La Caridad, Indios de San Sebastián y San Francisco. No dejes de apreciar la arquitectura del Palacio Episcopal y Colegio Tridentino, restaurados hace algunos años luego de un voraz incendio. Tampoco te pierdas una visita a Caxa Real, también conocida como la Casa de la Moneda, construida originalmente en 1739 para proteger los bienes de la Corona y al Museo de Comayagua,

ubicado en una casa del siglo XV, que en el periodo republicano fue sede de la primera Casa Presidencial y Congreso Nacional de Honduras.

El 28 de septiembre, el manifiesto llegó también a Tegucigalpa, que hasta entonces era una villa que cobró interés gracias a sus minas. En sus inicios fue poblada por españoles que buscaban vetas de plata alrededor de 1560. Ya establecido como poblado minero, se fundó como Real Villa de San Miguel de Tegucigalpa de Heredia el 29 de septiembre de 1578, sobre un antiguo poblado indígena existente. En 1821 fue elevada al rango de ciudad y en 1880 sería nombrada capital de Honduras. La belleza colonial de Tegucigalpa quedó inmortalizada en su casco histórico, donde vale la pena revisitar las iglesias San Miguel Arcángel, San Francisco, Los Dolores, El Calvario y La Merced, con su singular arquitectura y retablos llenos de detalles.

El edificio del Correo Nacional, que comenzó a construirse en 1894; el Paraninfo Universitario –parte del conjunto la iglesia y la plaza La Merced-, y donde en 1847 funcionó la Universidad de Honduras; el Teatro Nacional Manuel Bonilla, inaugurado en 1905; el Museo para la Identidad Nacional, originalmente construido en 1880 y que en el siglo 19 fue conocido como el Palacio de los Ministerios; forman parte de la ruta imperdible para escudriñar el pasado de la capital.

El 2 de octubre de 1821, los Pliegos de la Independencia llegaron a Santa Rosa de Copán y Omoa; el día 6 del mismo mes se recibieron en Trujillo; el 14 en Juticalpa; el 20 en Danlí y el 23 en Santa Bárbara. A partir de entonces, el Día de la Independencia se celebraba el 28 de septiembre de cada año, hasta que en 1877 se cambió la fecha para el 15 de septiembre. Es así que desde hace más de un siglo el pais entero se une en una sola fiesta para celebrar ese acontecimiento que este año cobra una relevancia especial. Y tú, ¿estás listo para el bicentenario? ¿En qué destino estás listo para conmemorar este histórico aniversario?

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2021-09-05T07:00:00.0000000Z

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