Los lustrabotas celebran hoy su nítido trabajo

En el gremio de lustrabotas

Hoy, los encargados de dar brillo y pulcritud tanto a finos zapatos de cuero como a unos burros de trabajo, se encuentran de aniversario. La Asociación de Lustrabotas de Honduras (Asolush) celebra hoy su 45 aniversario. Entre necesidades y optimismo el gremio de 20 obreros no olvida las promesas sin cumplir que una vez emanaron desde el Congreso Nacional y la Alcaldía Municipal del DC.

“Nos gustaría que este día alguien de buen corazón nos ayude para recrearnos, con lo poco que ganamos solo nos ajusta para arroz y frijoles”, expresó Juan Francisco Mairena, presidente de Asolush.

Además de la recreación, como una solución temporal para aliviar el estrés producido por la falta de ingresos, Mairena sigue en la lucha para alcanzar el bienestar a largo plazo para sus compañeros.

“Hemos luchado por conseguir una pensión vitalicia, el secretario del Congreso (Tomás Zambrano), dijo que se incluirían los adultos de las organizaciones de otras ciudades”, relató.

El beneficio, que los ayudaría a sobrevivir, según Mairena es una pensión “parecida a la de los reservistas” quienes reciben una remuneración dos veces al año.

“Eso nos serviría para comprar medicinas, todos estamos viejitos en nuestra asociación, solo hay dos jóvenes”, resaltó.

Otro beneficio que por los momentos parece inalcanzable es el acceso al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), ya que Asolush en su momento intentó afiliarse pero durante los trámites les explicaron que tenían que pagar una planilla mensual de L 32 mil.

“No tenemos la capacidad para pagarla, nosotros en un día bueno a veces logramos cinco lustres y con ello hacemos 100 lempiras”, explicó.

Mientras esperaba algún cliente, Mairena, que es lustrador desde los diez años, le recordó al alcalde Nasry Asfura sobre el proyecto de remodelación 1316. “Hace un año Papi me llamó, dijo que estaba listo el proyecto, hemos intentado llamarlo pero ya no contesta”

De los 32 integrantes de Asolush, solo 20 permanecen en la lucha en el parque central, los otros 12 por su avanzada edad decidieron permanecer en sus casas y así evitar contraer el mortal virus del covid-19. Pese a las dificultades, los obreros agradecen a Dios por acompañarlos antes y durante la pandemia.